El arte del revelado de placas de cristal, sin ampliadora como después se utilizó
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La imagen va apareciendo a simple vista como por arte de magia. Sus tonalidades blanco y negro están invertidas. |
Se puede manipular con una pinza especial en una esquina para comprobar que la imagen es la adecuada.
Se pasa a un baño de paro de ácido acético diluido en agua o vinagre diluído de no disponer del primero.
Finaliza en un baño fijador en el que se disuelven las sales de plata, cloruro o bromuro de plata que no se han oxidado a negro por la acción de la luz para convertirse en plata metálica. Así no hay peligro de que la emulsión del cristal fotográfico se vele y se oscurezca, desapareciendo la imagen. Se lava durante media hora con agua, si es posible corriente o cambiando los baños en la cubeta. Se pone en un escurridor de placas de cristal, como un escurreplatos para el secado.
Debido al formato 13 x 18 del negativo, no necesita ampliarse con una ampliadora, es decir, un proyector normalmente vertical que proyecta y amplía la imagen sobre papel fotográfico.
En este caso se copiaría por contacto por medio de una prensa apropiada o mediante un cristal presionando sobre la foto y el papel fotosensible. Se enciende una luz durante unos segundos comprobados experimentalmente según la densidad del negativo y la sensibilidad del papel fotográfico. Se repite con el papel el mismo proceso de cubetas que con el negativo.
(Actualmente el negativo se revelaba en una cubeta redonda (tanque de revelado) con una torre dentro en espiral donde se enrolla el negativo completamente a oscuras y se cronometra el tiempo de los tres baños según la temperatura y las instrucciones del fabricante del revelador y negativos. Hay métodos experimentales para comprobar el tiempo como el método de la gota sobre un trozo de negativo y según las tonalidades que aparecen hay que realizar una multiplicación para calcular los minutos de revelado. A mí me ha dado resultado. Los reveladores de negativos actualmente eran diferentes a los de revelado de papel, para conseguir una buena calidad de grano y matices de grises. Pero eso sería otro curso de fotografía analógica, que para mí sigue teniendo interés. Mis revelados desde hace unos años son digitales).
La copia podía ser blanco y negro o pasada por un baño de virado en color sepia, aunque había otras tonalidades.
No era necesaria la ampliadora con formatos de 13 x 18 como son los de la foto victoriana (Que parece copia en negativo de una foto doblada en papel) procedente de Ashton-Under-Lyne, Gran Manchester (Reino Unido). al reducir los formatos como se verá en las cámaras se hizo más adelante imprescindible ampliar con un proyector o ampliadora, normalmente vertical, aunque las hubo horizontales para fotografías murales.
FOTÓGRAFOS Y CÁMARAS: EVOLUCIÓN
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