1915 LA CANTINA ESCOLAR Y JUANA MADROÑERO

La descripción del acto de inauguración de esta institución benéfica es muy elocuente de como era la sociedad de principios de siglo XX. Llaman la atención detalles como que los niños pobres eran servidos por niños en situación más acomodada y de esta manera aprendían a ser caritativos cuando fueran mayores. Una vez más, las desigualdades sociales y penurias tienen como casi único auxilio la caridad. Los logroñeses pudientes en un mundo paralelo al de los "pobres" asistían a "colegios particulares", o con lujo desmesurado, incluso para hoy día, organizaban funciones benéficas de teatro (ver foto), juegos florales...etc.
Gracias a Juana Madroñero y a los maestros de la época comprometidos con la educación, se consiguió fundar esta institución, que intentó dar solución a un problema básico, a la vez que se escolarizaron niños que difícilmente hubieran aprendido a leer y nunca hubieran ido a la escuela conjugando muy bien el principio "pan y educación" Su éxito fue tal, que continúo con las lógicas adaptaciones, hasta los años 70.
Los niños eran propuestos por los maestros. El periodo de funcionamiento se fijaba como conveniente de Noviembre a Abril. En un principio las plazas eran de 100, duplicándose en algunos casos su número en invierno, atendiendo a la escasez de jornales en estos meses.
La comida
"La comida se compondrá de dos platos abundantes: uno de cocido, compuesto de garbanzos, patata y tocino. Y otro que será de carne en salsa, bacalao etc una pieza de pan y ya habrá donantes que en día señalado provean de postre". Este menú en 1912 venia a costar unas 0,2 pts.
Turnos de asistencia a la Cantina
"Las maestras y maestros en ejercicio formarán gratuitamente un turno para asistir en los días de Cantina y a las horas de comida y serán los encargados de la vigilancia y educación. Otro turno se formará, si es posible con los alumnos de ambas Normales. Y para que los sentimientos de confraternidad se lleven a cabo dando los niños pudientes su cariño y los pobres su agradecimiento se establecerá un turno entre los niños donantes (que por escrito lo manifiesten al suscribirse) para que asistan dos cada día y sirvan la comida".
LA INAUGURACIÓN
El día de la inauguración, o como era la sociedad logroñesa a principios de siglo XX
Gracias a Juana Madroñero y a los maestros de la época comprometidos con la educación, se consiguió fundar esta institución, que intentó dar solución a un problema básico, a la vez que se escolarizaron niños que difícilmente hubieran aprendido a leer y nunca hubieran ido a la escuela conjugando muy bien el principio "pan y educación" Su éxito fue tal, que continúo con las lógicas adaptaciones, hasta los años 70.
FUNCIONAMIENTO
Las solicitudes se seleccionaban con los siguientes criterios:
1.- Hijos huérfanos de padre o madre preferentemente.
2.- Los de padres enfermos, presos o imposibilitados.
3.- Los de padres sin trabajo.
4.- Los de familias numerosas y poco jornal
5.- Los que habitaban lejos.
La comida
Turnos de asistencia a la Cantina
"Las maestras y maestros en ejercicio formarán gratuitamente un turno para asistir en los días de Cantina y a las horas de comida y serán los encargados de la vigilancia y educación. Otro turno se formará, si es posible con los alumnos de ambas Normales. Y para que los sentimientos de confraternidad se lleven a cabo dando los niños pudientes su cariño y los pobres su agradecimiento se establecerá un turno entre los niños donantes (que por escrito lo manifiesten al suscribirse) para que asistan dos cada día y sirvan la comida".
LA INAUGURACIÓN
El día de la inauguración, o como era la sociedad logroñesa a principios de siglo XX
La CANTINA ESCOLAR.
Martes 30 enero 1912 LA RIOJA
"El domingo al medio día, se inauguró la Cantina escolar.
La concurrencia era muy grande, llenando los amplios salones y pasillos de las Escuelas de párvulos.
La música de Santa Cecilia amenizaba el acto. El comedor presentaba muy buen aspecto: las mesas eran de mármol comprimido de color gris, los bancos de madera blanca; los platos, vasos y servilletas, todo blanco; en las mesas había plantas y flores que contribuían al buen aspecto.
En el textero de occidente se colocaron las autoridades, invitados y Junta de Protección a la Infancia. En la mesa presidencial los señores gobernadores civil y militar, alcalde y abad de la Colegiata.
Cuando todos hubieron ocupado sus puestos entraron los diminutos camareros que habían servir a sus compañeros de escuela: ellos con su servilleta al hombro; ellas con sus delantalitos blancos; fueron recibidos con una salva de aplausos, especialmente por los comensales.

El señor Presa, en nombre de la Junta de la Cantina dirigió a los niños muy sanos y oportunos consejos, partiendo de la sentencia de Jesucristo: "Dejad que los niños se acerquen a mí" Les demostró cómo se les va a dar el alimento, y les recomendó que fuesen agradecidos, respondiendo a ese interés con aplicaciòn y respeto a los maestros y superiores. Les hizo observar que a´si como Jesucristo se humilló hasta lavar los pies a sus discípulos, así los niños y niñas pudientes de Logroño, descienden a convertirse en criados de los más necesitados, para demostrar el amor que entre todos debe reinar.
Terminó rogándoles que no olvidasen a sus maestros y protectores y especialmente a la presidenta de la Cantina señora Madroñero, a quien principalmente se debe el que puedan disfrutar de diaria comida. (Repetidos aplausos)
El señor abad, en elocuentísimo discurso, saluda a la nueva institución en nombre de la iglesia que siempre se preocupó de desgraciado y especialmente del niño: en grandes síntesis refiere la obra del catecismo en este punto y los grandes frutos obtenidos. Habla de la caridad de Logroño para con los niños y da también a estos muy sanos consejos, recomendándoles que recuerden siempre a todo el pueblo que en conjunto es muy noble y bueno, especialmente a los donantes, para que la Cantina escolar se sostenga y más especialmente aun a la ilustrada señora Madroñero, a cuyas iniciativas y actividad se debe que se haya establecido tan pronto en Logroño.
Después del discurso del señor abad que no podemos seguir, pero que fue premiado con muchos y muy justos aplausos, bendijo este señor las mesas, previniendo a los niños que repitiesen todos los días esta piadosa práctica.
Después se sirvió la comida. No hemos visto camareros más diligentes que aquellos niños, ni maniobras más precisas que las ejecutadas por ellos; sin confusiones sin vacilaciones y en brevísimos instantes, tenían delante todos los comensales un plato de suculenta paella con abundancia de tropiezos; aunque fue menor el tiempo que los otros emplearon en limpiarlos completamente.
Entonces se permitió al público que atravesara el salón, y aunque embarazó bastante el reparto, se sirvió con gran rapidez un buen plato de bacalao, otro de filetes y el postre.
La Cantina nace con muy buenos auspicios... Además se logró quitarle todo aspecto de caridad y limosna. Para el donante de socorros, lo será, para los favorecidos el domingo fue una fiesta y un obsequio; los demás días constituirá "una asignatura más". Nuestra enhorabuena a todos, y en primer lugar a su creadora y organizadora"
1º publicación: 18 de junio de 2014
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